Durante un concurso de natación femenino entre Italia y España, la joven nadadora del equipo italiano Gigliola, salvó la vida de una compañera española que sufrió un accidente durante uno de los clavados. De aquí nace una gran amistad. Gigliola llega a conocer el prometido de su amiga española y entablan una relación amistosa que se convierte en amor. Posteriormente viajan a Nápoles, Italia en donde Gigliola vive en una lujosa casa de campo, en la que el padre y la madre de ella trabajan como agentes de seguridad. Aquí se crean muchos malentendidos sobre la “fortuna” de la familia de Gigliola y Luis encuentra a Gigliola abrazando al chofer de la mansión, no sabiendo que este es el hermano de la nadadora italiana. Furioso y triste se marcha de la casa dejando a su amada Gigliola atrás. Pero Gigliola lo sigue hasta el aeropuerto donde Luis tomó el avión de regreso a España, y es aquí donde se desencadena la escena más memorable de la película, donde la protagonista canta la canción “Dio, come ti amo".