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Sin ti


Cartel de Sin ti

Lucía cae en la bañera en un absurdo accidente mientras Toni, su marido, se está acostando, su hija Alba habla por teléfono con alguna amiga y Sergio, el pequeño, se atiborra de pizza ante su ordenador.

Nadie piensa en quedarse ciego. Lucía tampoco y el diagnóstico del médico representa para ella el fin. Ya no podrá pintar, su gran afición, no podrá ver el mar, ni cómo crecen sus hijos. Ya no podrá huir de una vida que no le gustaba. La ceguera es como vestir la mortaja en vida. Lucía siente ahogarse. Siente morir.

Con el regreso a casa, tras dejar el hospital, llega la depresión. Lucía se siente inútil, torpe, incapaz. Lo es. Se siente sola, aislada, incomprendida. Lo está. Siempre lo ha estado aunque la vista le ha permitido ocultárselo hasta ahora. Se hunde y precipita en su caída a los demás. Quizá por ellos, escucha el último grito de supervivencia y acepta el odioso ejercicio de aprender a ser ciega.

No es una buena alumna. Rechaza la ayuda de Laura, su terapeuta, una chica joven pero esforzada en su trabajo. Tampoco acepta la amistad de Casimiro, un paciente que lleva tiempo arrastrándose por la residencia con un resto visual que sólo le sirve para errar las distancias.

Para Lucía, cada ejercicio se le antoja un paso hacia la aceptación de una situación que no quiere aceptar. Ha tocado fondo. Ya no queda sino recuperar, remontar, intentar vivir otra vez. Y lo hace. Aprenderá a vivir, y mejorará como persona y como pareja y como madre... Debe empezar de nuevo, pero Toni, Alba y Sergio no saben exactamente qué significa empezar de nuevo. ¿No estaban ya bien?

La familia decide que eso de empezar de nuevo, debe significar proteger a Lucía. Ayudar a un ciego es, para los videntes, protegerle, alejarle de problemas, de peligros, de pensar demasiado en desgracias inevitables... La familia no cae en la cuenta que un ciego, o al menos Lucía, quiere salir a la calle y pensar y soñar en empezar de nuevo.

Pero el camino que ha iniciado Lucía es otro y al fin se da cuenta. Su lucha no depende de quien tiene al lado, su lucha es estar bien consigo misma. Aceptarse tal como es. Y a partir de aquí comenzará su vida. Mucho más de lo que había hecho antes de ser ciega.

     Título original: Sin ti
     Año: 2006
     Duración: 98 min.
     Nacionalidad: España
     Género: Drama.
     Fecha de estreno: 16/06/2006
     Calificación: Mayores de 7 años
     Distribuidora: Notro Films

 

Comentario

Dependemos del azar. El accidente más ridículo, puede acabar con nuestra vida o variarla radicalmente. Es lo que le sucede a Lucía, una mujer normal, a quien la vida cotidiana casi le ha hecho olvidar los pocos sueños que le quedaban. Un marido y dos hijos pueden ser coartada suficiente para la resignación.

Con un accidente ridículo empieza SIN TI y ahí acaba para muchas de sus víctimas, pero no para Lucía. Ella guardaba para una ocasión como aquella el último punto de rebelión, la última voluntad de vida y felicidad. Lucía sufre la tentación de refugiarse en la depresión, intenta huir definitivamente con el suicidio y también flirtea con habitar para siempre en la minusvalía... pero algo y alguien la empujan de nuevo a la vida. No a la vida conformada de antes sino a la lucha por los sueños olvidados. Es la otra opción a la fatalidad. Resurgir. Lucía lo hace, reconstruye su vida desde la valentía. Seguirá amando a los suyos pero dejará de esconderse tras ellos para seguir su camino.

Pero al margen de la protagonista, me interesaba mucho reflejar, también, lo que un accidente de tal envergadura puede significar para las personas de su círculo. Lucía tiene un mundo alrededor que también deberá habituarse a los cambios. Y todo el mundo reacciona de diferentes maneras. En muchas ocasiones, de diferente manera a lo que nos podríamos imaginar...

Y por último y no por ello menos importante, esta es la historia de alguien que aprende a decir que no.