Esperanza y María Jesús quedan huérfanas al morir su padre, don Fernando, cuyos negocios compartía con una antigua amante suya, que le odiaba profundamente por no haberse casado con ella al enviudar. Las jóvenes, por los manejos de esta mujer, caen casi en la ruina y se refugian en casa de una tía. Sólo José Antonio, capataz de una de sus antiguas fincas y eterno enamorado de Esperanza, se mantiene fiel a ellas. Por su parte, Esperanza mantiene relaciones con Alberto, el hijo de la mujer que las ha llevado a esta situación. Un día, Alberto provoca un accidente de automóvil que pone en peligro la vida de María Jesús y desde entonces Esperanza no quiere volver a verle. Es el momento en el que Alberto y José Antonio se enfrentan abiertamente por el amor de Esperanza.