Mientras Ana y Juan forman una pareja feliz y satisfecha con sus ocho años de vida conyugal, María José y Federico, sus mejores amigos, no han conseguido el deseado equilibrio. Un día, en una de sus habituales conversaciones en contra del matrimonio, María José propone a Ana demostrarle que su marido es capaz de engañarla en cuanto se le presente la ocasión. Y la ocasión se la brindará ella misma. Ana, molesta pero a la vez curiosa, acepta el reto. Poco a poco, Juan va cediendo terreno a la seductora y Ana empieza a inquietarse ante la posible reacción de su marido. El juego llega a su desenlace en la habitación de un hotel en las afueras, donde los presuntos amantes se confiesan los motivos que les han inducido a una falsa aventura. La experiencia habrá servido para que María José comprenda el vacío sentimental de su vida y Ana demuestre su amor incondicional hacia su marido.