Dos forasteros llegan a San Felipe, un pueblecito de la frontera de Texas, en el que todos desconfian de sus semejantes, ya que una serie de robos y asaltos continuados han tenido lugar sin que se sepa quiénes son sus culpables. Los tiroteos, crímenes y matanzas en masa están a la orden del día. Nadie tiene la vida segura y sólo los más aptos en el manejo del revólver se atreven a salir a la calle.