En el cortijo "Los Laureles", propiedad de Juan Manuel de Almodóvar, rico hacendado andaluz, se hacen los preparativos para recibir a José Luis, único hijo del terrateniente, que se educa en un colegio de jesuitas en Inglaterra y pasa las vacaciones con su padre. Desde la muerte de su mujer, Juan Manuel ha dedicado todo su cariño a José Luis, al que adora al comprobar que siente por él lo mismo.