Ana es una joven institutriz extranjera que llega a un decadente caserón español, aislado en medio de un inmenso páramo, para hacerse cargo de la educación de tres niñas. Progresivamente irá conociendo las peculiaridades de los habitantes del lugar: la madre, los tres hijos, la esposa de uno de ellos, y las tres niñas. Aunque al principio Ana procura desarrollar su trabajo con normalidad, los tres hijos de la dueña lanzarán sobre ella sus obsesiones personales: Juan le envía cartas eróticas, José tiene una imponente colección de armas porque está obsesionado con la seguridad y Fernando corta el pelo a las muñecas y sufre arrebatos místicos. Todo ello hace que se establezcan unas extrañas relaciones entre los tres provocando que las relaciones de Ana con tan particular familia vayan enturbiándose poco a poco y terminen de manera trágica.