Entre Marta, concejala de Bienestar Social y defensora de causas perdidas y Roberto, la quintaesencia del pijo inútil, no hay nada en común. Hasta la noche en que caen juntos desde el puente colgante. Desde entonces, Roberto no piensa en otra cosa. Ella, en cambio, sí que tiene en qué pensar. Su ciudad está en la ruina. Su único consuelo es la llegada inminente de un Plan de la Unión Europea. Pero la Corporación Europea, empresa encargada de privatizar los servicios municipales de la ciudad, les ha reservado el honor de aplicar un Plan, que está lejos de ser el plan previsto. Pero Marta, poco a poco y con la inesperada ayuda de Roberto, va enterándose de qué va en realidad el Plan. Y cuanto más sabe, más dispuesta está a pararlo como sea.