Transcurre la Segunda Guerra Mundial, en la Zona Siete cercana a las costas japonesas, el comandante "Rich" Richardson, cuyo anterior submarino ha sido hundido por los japoneses durante una incursión en los estrechos de Bungo, asume el mando del submarino "Nerka", de la flota estadounidense, para llevar a cabo otra misión en aquellas peligrosas aguas.